viernes, 6 de noviembre de 2015

El reto del rinoceronte naranja

Cuando estuve embarazada de Gael, me interese mucho en la crianza con apego, leía muchos artículos y quise cuidarlo y criarlo de una manera diferente a como yo fui criada, procure poner en practica mucha de las cosas que leí y aunque no fue fácil creo que logramos cambiar varias cosas que pensábamos era "normal" al tratar a los niños pequeños.
Luego llegó Camilo y con él un nuevo reto! .... yo opte por dejar de trabajar y quedarme la mayor parte del tiempo con ellos y esto me trajo grandes alegrías y aprendizajes como madre y como mujer, fuimos creciendo juntos, yo vi sus avances y logros sin que nadie me lo contara por una llamada telefónica mientras estaba en el trabajo, los acompañe en sus momentos de tristeza o cuando se enfermaban sin tener que estar preocupada porque me despedirían  por faltar y ponerlos primero que el trabajo,  y ellos también fueron mis únicos y valientes compañeros los meses que estuve enferma, con miedo y triste.....
El tiempo ha pasado y las alegrías continúan,  pero también en ocasiones llega una sensación de no saber que hacer cuando luego de un día movido y de estar muerta de cansancio y solo querer descansar, ellos quieren jugar, reír, saltar .... ser niños!. o cuando ocurren esas cosas de todos los días que requieren explicarles de manera calmada y con humor porque no debio hacer esto o que haga aquello.... siendo sincera muchas veces he tratado de seguirles el ritmo y no crisparme pero luego de este tiempo me he dado cuenta que esas son las menos y al contrario reacciono enfadada con ellos.
Yo me imaginaba siendo una madre muy paciente, que podía resolver los conflictos hablando calmada, sonriente, jugando con mis niños todo el tiempo o haciendo manualidades con ellos.... pero "mi realidad" es que pese a que quisiera ser así, la mayoría de veces me sale el lado oscuro y me molesto por justamente las cosas que alguna vez dije no quería molestarme, como tener que repetirles muchas veces alguna cosa, o me enfada que me pidan las cosas sin parar y constantemente, o porque gritan y se peleen entre ellos cuando juegan, o me enfado cuando veo a Gael que no gestiona sus emociones y se frustra y el también se enfada.... y luego en resumidas cuentas me doy cuenta que me enfado porque ellos se comportan como todo niño de su edad  (Gael tiene 5 y Camilo 2)...
A veces no solo me molesto y me pongo seria, sino que he notado que con he empezado a gritarles con frecuencia y eso no me gusta, no me gusto cuando lo hago y se que a ellos tampoco les gusta... he visto en la mirada de Gael el temor cuando me ve molesta y eso me duele profundamente... trato de calmarme pero a veces no lo logro..
Ya lo he venido pensando, y buscando en como gestionar mejor mis emociones, navegando en la red encontré el desafió del rinoceronte naranja, (aquí su web) resumiendo el origen: se trata de una mamá que vive en Estados unidos, con 4 hijos y que les gritaba mucho en casa cuando no sabia como resolver los problemas, pero en la calle se controlaba para evitar el "que dirán". Un día se dio cuenta que mas importante que lo que los desconocidos opinen de ella, era que pensaban sus hijos pues ellos eran los que realmente le importaban, así que decidió retarse a si misma y estar 365 días seguidos sin gritarles, a este reto le llamo "El desafió del rinoceronte naranja".  
El desafío inicio en enero de 2012  el lema que usa es "loving more and yelling less" (amando mas y gritando menos), en su web ella va anotando sus progresos y sus experiencias, pero se han creado en español, grupos de facebook y blogs de mamás que han iniciado también este reto para acompañarse en este camino.
Hoy lo he decidido y yo me apunto!, quiero dejar de gritar y poder gestionar mis emociones y ayudar a mis niños también ha hacerlo, los quiero seguros, felices, libres y sin temor ....

Las reglas del desafío son:
1.- El tono de voz debe mantenerse entre los niveles 0-4 , considerados amigables (0 corresponde al nivel habitual de su voz y 4 al que esta al borde del grito).
2.- Si llega a gritar, debe regresar al día 0.
3.- En caso de una emergencia o que los niños estuvieran en peligro, puede alzar la voz hasta un nivel 6 para captar su atención. Este tono equivale a un grito propiamente.
4.- Si alguna vez utilizada un nivel 7- el que ella describe como totalmente intencional, y lleno de maldad, dañino e histérico, debía volver al día 0.

Ademas ella plantea 12 pasos para recorrer este camino que los pueden revisar en el link e iniciarlo también!.

Hoy lo inicio y veré como me va!, esta es una alternativa saludable no solo para mis niños sino también para mi y las personas que están con nosotros en familia!